De camino entre Cambados y Villagarcía de Arosa, en el corazón del Valle del Salnés, a orillas del río Umia y protegido por la imagen de la Anunciación, se encuentra el Pazo de la Pedreira.
Palacio gallego cuyos orígenes se remontan a mediados del siglo XVI, en donde, pasados cientos de años desde su construcción, se adivina que esa tradición vinícola propia de la zona, que se ha mantenido entre los muros de piedra de la edificación.
Con una extensión aproximada de 6 hectáreas, de las cuales 3,5 están dedicadas al Albariño, el Pazo, además del edificio en si, consta de una capilla y un palomar que datan de la misma fecha, y otro edificio destinado a bodega en plena producción con unas instalaciones de última generación para el proceso vinícola.
La bodega lleva en funcionamiento a nivel profesional desde el año 2000, que no productivo ya que esa función data de 1996.