Bajo un moderno viaducto, que atraviesa el río Ulla, se encuentran las ruinas de la antigua fortaleza: "Castellum Honesti". Fueron levantadas en el s. XII por orden del arzobispo Gelmírez, con la misión de cerrar el paso a las expediciones escandinavas y sarracenas que se dirigían a Compostela. Durante el s. XVIII las murallas aún se mantenían en pie y sirvieron para defenderse de los ataques ingleses. Posteriormente cayeron en el abandono hasta quedar en el estado actual en el que se encuentran. Estas torres fueron declaradas Monumento Nacional y exhiben su grandeza el primer domingo de agosto, cuando se celebra la Romería Vikinga que recuerda el pillaje de los guerreros normandos sobre los pueblos costeros de la ría de Arousa.